5 Principios Básicos de Diseño Gráfico Editorial

Cuan­do obser­va­mos un folle­to, un tríp­ti­co, una revis­ta, un libro o cual­quier otro docu­men­to impre­so que está BIEN dise­ña­do, es muy común que algo inter­na­men­te nos diga: “Esto está bien hecho. Me gus­ta. Se ve bien”, y cuan­do esto suce­de, es por­que el dise­ña­dor se ha esme­ra­do en apli­car correc­ta­men­te los prin­ci­pios bási­cos de dise­ño, per­mi­tien­do con ello real­zar su tra­ba­jo crea­ti­vo, y por ende, faci­li­tar la trans­mi­sión del men­sa­je que el clien­te o emi­sor quie­re comu­ni­car.

En esta guía se des­cri­ben los 5 prin­ci­pios bási­cos de dise­ño grá­fi­co que debes emplear para que tus pro­yec­tos edi­to­ria­les ten­gan una apa­rien­cia atrac­ti­va y pro­fe­sio­nal. Estos prin­ci­pios indis­pen­sa­bles para la correc­ta com­po­si­ción visual son: Equi­li­brio (o Balan­ce), Pro­por­ción, Jerar­quía (o Domi­nan­cia), Rit­moUni­dad.

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Los Principios Básicos de Diseño Gráfico

• Equilibrio o Balance

Este pri­mer prin­ci­pio bási­co se refie­re a la posi­ción de los ele­men­tos den­tro de la com­po­si­ción. Como pun­to de par­ti­da pode­mos mane­jar dos tipos de balan­ce:

1. Balance simétrico o formal

Todos los ele­men­tos están dis­tri­bui­dos simé­tri­ca­men­te con res­pec­to a un eje de com­po­si­ción. Se emplea en dise­ños de carác­ter con­ser­va­dor o de apa­rien­cia clá­si­ca. Su aspec­to for­mal pue­de refle­jar for­ta­le­za, esta­bi­li­dad o dig­ni­dad. Aun­que un balan­ce simé­tri­co limi­ta las posi­bi­li­da­des de posi­ción de los ele­men­tos (tex­tos, fotos y espa­cios) en la maque­ta­ción, esto no debe limi­tar tu ima­gi­na­ción, ya que pue­des incre­men­tar la per­so­na­li­dad tra­ba­jan­do las fuen­tes, las fotos, el color y el espa­cio blan­co que envuel­ve a todo tu dise­ño.

2. Balance asimétrico o informal

Un balan­ce infor­mal, por el con­tra­rio, per­mi­te incre­men­tar las posi­bi­li­da­des en la colo­ca­ción de los ele­men­tos den­tro de una com­po­si­ción, pues dichos ele­men­tos no tie­nen que estar estric­ta­men­te cen­tra­dos. Se pue­den emplear dis­tin­tos tama­ños, for­mas y con­tras­tes, ade­más de modi­fi­car su posi­ción den­tro de la maque­ta­ción.

Dise­ñar bajo este esti­lo de com­po­si­ción resul­ta menos estric­to y gene­ra un resul­ta­do más infor­mal y rela­ja­do que el balan­ce simé­tri­co. Ade­más al “jugar” con los tama­ños, for­mas y con­tras­tes, per­mi­te guiar al ojo inten­cio­na­da­men­te a tra­vés de la infor­ma­ción para lle­var­lo a los pun­tos que que­re­mos des­ta­car.

• Proporción o Contraste

La pro­por­ción es la rela­ción de los obje­tos den­tro de la com­po­si­ción con res­pec­to al tama­ño del docu­men­to (for­ma­to), así como res­pec­to al tama­ño, for­ma y color de los ele­men­tos entre sí. Lo más impor­tan­te al hablar de pro­por­ción o con­tras­te es no rea­li­zar todo al mis­mo tama­ño. Den­tro de un men­sa­je siem­pre hay ele­men­tos más impor­tan­tes, otros menos, y refle­jar esa impor­tan­cia por medio del aumen­to o reduc­ción de tama­ño (de pro­por­ción), gene­ra­rá lim­pie­za y gana­rá aten­ción e inte­rés en el mena­je con­te­ni­do den­tro del docu­men­to.

• Jerarquía o Dominancia

¿Qué ele­men­to domi­na en tu men­sa­je? ¿Sobre qué quie­res lla­mar más la aten­ción? Todos buen dise­ño tie­nen algo que atrae nues­tra mira­da, que domi­na y sobre lo que gira la comu­ni­ca­ción del men­sa­je dise­ña­do. Ayu­da a tu lec­tor a encon­trar qué es lo más impor­tan­te, lo que quie­res que lea ya, lo que tie­ne que atraer­le des­de el pri­mer vis­ta­zo. Este ele­men­to domi­nan­te debe tener impac­to, cap­tu­rar rápi­da­men­te la aten­ción e inte­rés del lec­tor.

Emplea los prin­ci­pios de pro­por­ción y con­tras­te en algu­nos de los ele­men­tos de tu dise­ño (tex­to, foto o espa­cio) para des­per­tar ese inte­rés. Recuer­da que tam­bién el color pue­de trans­mi­tir este men­sa­je de domi­nan­cia si gene­ra el ade­cua­do con­tras­te con el color base. El ele­men­to domi­nan­te siem­pre debe ir direc­to a los ojos del lec­tor. Por ello, reser­va sufi­cien­te espa­cio alre­de­dor de él para que con ese ais­la­mien­to, sea más atrac­ti­vo.

• Ritmo

Colo­car los dis­tin­tos ele­men­tos den­tro de tu com­po­si­ción en direc­cio­nes con­tra­rias per­mi­te aumen­tar la sen­sa­ción de movi­mien­to, agi­li­dad y rapi­dez. Por ejem­plo, en un tex­to dise­ña­do con fra­ses hori­zon­ta­les, emplea el títu­lo gira­do 90 gra­dos y des­tá­ca­lo con un tama­ño, tipo o color de letra dis­tin­to... o una foto domi­nan­te ver­ti­cal con peque­ñas fotos en hori­zon­tal.

Sólo debes pro­cu­rar no abu­sar de este prin­ci­pio, ya que se pue­de crear con­fu­sión o una sen­sa­ción de des­or­ga­ni­za­ción. Empléa­lo para ayu­dar­te a des­ta­car tu men­sa­je. Tam­bién pue­des crear rit­mos con el uso alter­na­do de color (p.ej.: blan­co-negro, naran­ja-ver­de...) jun­to con las foto­gra­fías y el tex­to para des­ta­car el orden de lec­tu­ra del men­sa­je que se quie­re tras­mi­tir.

• Unidad

Este prin­ci­pio bási­co de com­po­si­ción en la comu­ni­ca­ción visual es en defi­ni­ti­va lo que más ayu­da a la trans­mi­sión del men­sa­je de cual­quier dise­ño. La uni­dad es lo que da cohe­ren­cia a todo lo ante­rior y nos indi­ca que el dise­ño está bien cons­trui­do: si me gus­ta o no me gus­ta.

Para cui­dar la uni­dad del dise­ño, vigi­la los espa­cios en blan­co del dise­ño en rela­ción con los zonas “man­cha­das”. Debe haber una can­ti­dad de espa­cio entre los dis­tin­tas zonas acor­de al carác­ter del men­sa­je. Tam­bién se pue­den tras­la­par tex­tos sobre foto­gra­fías para agru­par con­cep­tos, o uti­li­zar mar­cos y líneas para inte­grar y uni­fi­car par­tes del men­sa­je.

Por últi­mo, te reco­mien­do “jugar” con el espa­cio en blan­co de tu com­po­si­ción para gene­rar aten­ción y como aglu­ti­na­dor alre­de­dor de los ele­men­tos a des­ta­car con res­pec­to al dise­ño gene­ral. Recuer­da que la deci­sión de cuál de estos cri­te­rios debe ser apli­ca­do a un pro­yec­to de dise­ño en par­ti­cu­lar depen­de­rá siem­pre del obje­ti­vo de comu­ni­ca­ción que hayas pre­via­men­te esta­ble­ci­do, así como de las carac­te­rís­ti­cas pro­pias del men­sa­je a trans­mi­tir y de las del públi­co al que dicho men­sa­je está diri­gi­do.


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Un Comentario
  1. avatar 17 de abril

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